¡Hola, gente!
Pues antes que otra cosa como bien saben, no me dedico al cine. Soy un simple individuo que frecuentemente va al cine y le gusta reflexionar sobre lo que ve. Sin embargo, estoy muy conciente que hay gente capaz y preparada para hacer este trabajo. Es por ello que el día de hoy quiero recomendarles el programa El cohete hacia el ojo de la luna, conducido por El Capitán. ¿Dónde escucharlo? A través de la señal de Radio B: http://www.radio-b.org. Sale los miércoles a las 16 horas así que no se lo pierdan.
Bueno, pasando a lo que nos truje, he de contarles que fui a ver Los Agentes del Destino, con el ya poco ponderado Matt Damon. ¿Qué les puedo decir? Después de haber visto Invictus y El informante (donde, como dije en otra reseña, mis respetos por la cantidad de kilos que subió y luego perdió), esta película es realmente... pues, me quedé sin adjetivos para calificarla.
Esta semana un amigo actor me hizo reflexionar algo: La Cenicienta es una historia maravillosa, nadie puede negarlo, pero uno puede o no echarla a perder con la forma de contarla. Creo que esto fue lo que pasó con Los Agentes del Destino. En esta película, David Norris (Matt Damon) interpreta el papel de un escandaloso político que está por llegar al Senado de los Estados Unidos y de alguna forma, se cruza con Elise Sellas (Emily Blunt), una bailarina neoyorkina que no es por nada pero baila muy bien. El caso es que Norris se da cuenta que está inmerso en una realidad paralela en la que no es dueño de su propio destino (libre albedrío) sino que más bien, Dios, a través de unos agentes (que podríamos llamar ángeles), decide el camino de la gente para que evitar la desaparición de la humanidad, puesto que en otro momento de la vida, se nos fue dado el libre albedrío y nosotros produjimos guerras y destrucción.
El rollo hasta aquí va bien, lo malo de la película es que los ángeles son muy mal vestidos (puesto que copian el look de Hombres de negro) imperfectos, incompetentes, nada-poderosos y además, se teletransportan a través de puertas (si los ángeles son tan poderosos, bien podrían atravesar las paredes o aparecerse como el Arcangel Gabriel, ¿no?). Bueno, el caso es que estos angelitos son muy tontos y nunca logran detener a Norris que desea con todo su corazón estar con Elise.
Si quieren irse a pasar un mal rato al cine, han encontrado la película adecuada. Lo único bueno son los últimos 3 minutos de película en donde se descubre qué onda con la historia de estos dos enamorados. La verdad es que yo les recomiendo que se compren un Bagui con sus papas y su refresco y posteriormente, cuando la película haya comenzado, se dispongan a comer teniendo la película como música de fondo porque francamente está más mala que no se puede.
El final está dos dos y si lo que querían decir es que hay que luchar para conseguir lo que se quiere, con un Memo o un Post-it habría sido más que suficiente. Este dinero pudo haber sido donado para la causa en África o como para ponérselo de petardo en la próstata a algún político flojo.
Los dejo porque hasta la reseña me dio pereza. ¡Saludos!
martes, 26 de abril de 2011
domingo, 3 de abril de 2011
El lince perdido
Hola, amigos.
Disculpen si hace tiempo no he escrito ningún comentario, sin embargo, Cinépolis había cancelado sus membresías y hace poco volvió a ponerlas... así que de nuevo estaré por aquí.
Les ruego me disculpen, pero hace mucho tiempo no escribo en español, así que mi redacción será, seguramente, muy deficiente. Poco a poco retomaré el arte de escribir. Veamos cómo sale todo.
El día de hoy quiero recomendarles una película maravillosa producida por el señor Antonio Banderas y ganadora del Premio Goya al mejor cortometraje de animación: El lince Perdido.
Disculpen si hace tiempo no he escrito ningún comentario, sin embargo, Cinépolis había cancelado sus membresías y hace poco volvió a ponerlas... así que de nuevo estaré por aquí.
Les ruego me disculpen, pero hace mucho tiempo no escribo en español, así que mi redacción será, seguramente, muy deficiente. Poco a poco retomaré el arte de escribir. Veamos cómo sale todo.
El día de hoy quiero recomendarles una película maravillosa producida por el señor Antonio Banderas y ganadora del Premio Goya al mejor cortometraje de animación: El lince Perdido.
Una obra muy sensible donde se toca un problema muy actual: la desaparición de millones de animales por la negligencia, arbitrariedad y abuso del ser humano.
La producción me sorprendió muchísimo, puesto que pese a ser española, es de excelente calidad. La animación no le pide nada a una producción de Pixar o Dreamworks. La película habla de la aventura de seis animales muy especiales: Félix, un lince con mala suerte y con tendencia a los accidentes; Gus, un camaleón paranóico e histriónico que no sabe muy bien el arte del camuflaje; Beea, una cabra muy simpática que pelea con Gus durante toda la película; Astarté, una halcón algo engreída que ha perdido la confianza en sí misma; y Rupert, un topo que ama a su familia.
Todos ellos, que se encuentran en un centro de rehabilitación para fauna silvestre, son raptados por un cazador llamado Newmann que trabaja para un excéntrico millonario de nombre Noé, que quiere crear un refugio secreto para animales en peligro de extinción.Gus logra escapar y libera a sus amigos, sin embargo, no logra rescatar a Lincesa, una hermosa lince que le ha robado el corazón. Así, se verán envueltos en una aventura que los llevará a encontrar la confianza en sí mismos, hacer reflexiones filosóficas muy interesantes y explicadas en una forma que los niños entenderán muy bien y encontrar la importancia del equilibrio en el ecosistema.
Excelente película, muy recomendable para esta semana. Del uno al diez, démosle un DIEZ. Diviértanse.
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